LA
COMUNICACIÓN EN PEDAGOGIA.
ANALISÍS.
Como práctica social,
la comunicación se articula a las diversas actividades que los sujetos llevan a
cabo con su entorno. A través de la acción comunicativa, los hombres buscan el
entendimiento y producen consenso sobre una determinada situación en el mundo
de la vida.
En este mismo sentido, la comunicación
que se establece entre los seres
Humanos, puede ser agrupada o
clasificada en dos categorías estrechamente
imbricadas entre sí:
·
La
comunicación verbal: se refiere a las palabras que utiliza el individuo, su
tono de voz y las diferentes inflexiones de la misma.
·
La
comunicación no verbal: hace referencia a un gran número de canales, entre los
que se podrían citar como los más importantes el contacto visual, los gestos faciales,
los movimientos de brazos y manos o la postura y la distancia corporal.
Y aunque la comunicación interpersonal
se da como un proceso integrado que
pone en juego mecanismos culturales y
perceptivos, es posible de manera didáctica, delimitar algunos elementos que
forman parte del proceso comunicacional. Estos serían: El mensaje, el emisor y
el receptor, el código, el canal, el contexto, el ruido y los filtros.
Resulta imposible hablar de
comunicación sin hacer referencia al papel que esta
desempeña en la adquisición de
conocimiento, el desarrollo de habilidades y la
formación de valores. Por lo tanto, la
comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, constituye la vía por
excelencia para viabilizar los fines e intereses
tanto sociales como
personales.
Teniendo en cuenta el desarrollo de la
Pedagogía y la Comunicación como ramas con cuerpo de conocimientos e
investigaciones propias, se hace inevitable la progresiva integración de las
diferentes ciencias y de la visión cultural, educativa y económica, por lo que
la comunicación educativa tiene que resultar en esencia pluridisciplinar y
transdisciplinar. Crece, además la importancia de su papel para el desarrollo
social.
El estilo comunicativo es el modo
personal de desempeño en la situación de comunicación y depende en gran medida
de las características del docente, conformando patrones de comunicación, a lo
largo de su experiencia.
LA
COMUNICACIÓN EN LA PEDAGOGIA.
SINTESIS.
La comunicación es una actividad y
propiedad esencial de la materia viva que cambia su contenido según el nivel de
organización. Existe comunicación en la interacción de cualquier organismo
unicelular con su medio ambiente y en la medida que se asciende en la escala
filogenética y se incrementa la interacción entre los organismos, se complejiza
la comunicación. En el caso del ser humano
como organismo con psiquismo, la
actividad comunicativa alcanza la mayor complejidad posible, pues su medio
ambiente es en esencia social.
Por la cotidianidad con que es vista
la comunicación, en ocasiones se obvia su importancia, sin embargo en
determinados escenarios sociales, su papel es esencial. De ahí su importancia
para el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la educación médica superior, se
relaciona además con la necesidad de dar respuesta al encargo social de formar
a un profesional con habilidades sociocomunicativas.
El acto de educar resulta imposible si
no se establece una relación comunicacional entre el educando y el educador.
Esta tiene que ser recíproca, dinámica y cultural.
El desarrollo de nuevas tecnologías y
la educación a distancia han traído aparejados la falsa creencia de que
transmitir conocimiento se trata solo de "transmitir". Si bien se ha
producido una ganancia indiscutible en las condiciones de accesibilidad al liberar
a los actores de las restricciones del tiempo y del espacio, no resultan tan bien
conocidas, sin embargo, las consecuencias emergentes de las restricciones impuestas
por este tipo de mediadores pedagógicos, particularmente, los fenómenos psicosociales
que se derivan de la restricción de la presencia social del interlocutor. Pero
estas particularidades no son sinónimos de ausencia de comunicación.
Independientemente de cuál sea el
escenario docente, una comunicación clara, diáfana, permite un mejor
aprovechamiento del entorno docente y por tanto, deriva en calidad pedagógica.